domingo, octubre 31, 2010

Mi primer catering

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Hoy les voy a contar lo que estuve haciendo el último mes y que finalmente concluyó el jueves pasado. Antes que nada, sé que este miércoles no subí nada (otra vez), y esta vez fue una bobería porque en la Argentina fue feriado debido al censo nacional, y me pasé tooodo el día haciendo nada y de repente a las 8 de la noche pensé ¡el blog! y ya me pareció demasiado tarde así que no subí la receta que ya tenía preparada. Por suerte para ustedes este miércoles me voy a pegar un cartel bien grande y recordaré subir las instrucciones para preparar un delicioso oyakodon.

Ahora sí, tendrán curosidad (o no) sobre el título de este post. Y la foto que probablemente habré puesto arriba de todo, ya que yo escribo primero y pongo las fotos después. Este jueves que pasó se casó Julieta, la hija de una muy querida amiga de mi madre. En realidad fue el civil, ya que por iglesia se casaban el sábado. Resulta que entre los líos de su nuevo hogar y de la fiesta luego de la iglesia, no tenían nada planeado para la recepción luego del civil y tampoco tenían tiempo para pensarlo. Entonces se me ocurrió la genial idea de encargarme yo misma del evento, y por suerte para mí aceptaron. Claro que yo no tenía experiencia haciendo caterings más que las decenas de eventos a las que asistí en mi trabajo como moza, pero estaba decidida a intentarlo. Y me dieron total libertad, bajo la condición de que mantuviera el presupuesto dentro de lo razonable.

Así fue que Patricio y yo nos encargamos de organizar nuestro primer catering. Además de darme libertad sobre el menú, me dieron también total libertad sobre la decoración, y esto fue lo que surgió. Elegí como tema para la decoración unas deliciosas manzanas verdes haciendo juego con flores blancas, es decir que todo debía combinar con color blanco y verde manzana. Se me ocurrió (luego de ver un montón de páginas web, por ejemplo la de Amy Atlas aunque no me quedó ni por lejos tan lindo) hacer etiquetas para identificar los distintos bocadillos que ofreceríamos, de forma de poder dejarlo todo sobre la mesa y no tener que "bandejear". A continuación una foto de las etiquetas recién impresas:



Si a alguien le interesa hacer algo parecido, tengo los archivos de Photoshop en los que lo hice, totalmente modificables y estoy dispuesta a compartirlos. Las imprimí sobre un papel grueso (160gr) tamaño A4, en una arriesgada aventura a la Facultad de Diseño de la UBA. En fin, no quiero hacer esta historia interminable así que les cuento lo más importante.

El menú:



La idea fue hacer "finger food" ya que no habría mesas. El menú que terminé armando tenía un aire mediterráneo, con algunas excepciones. Resultó ser bastante económico dentro de todo así que se lo recomendaría a cualquiera que organice su propia fiesta.
  • Bocaditos de queso crema, salmón ahumado y alcaparras.
  • Bocaditos de queso crema, ciboulette y tomates cherry.
  • Bocaditos de pasta de aceitunas (tapenade).
  • Sandwichitos de lomito ahumado y cebolla caramelizada.
  • Sandwichitos de jamón crudo y tomate secchi (tomates secos rehidratados y especiados).
  • Sandwichitos de leberwurst, pepino agridulce y honey mustard.
  • Bruschettas de tomate y albahaca.
  • Pizzetas de muzzarella.
  • Empachichas (salchichitas envueltas en masa de hojaldre).
  • Peceto a la mostaza con pan de manteca y salsas (mayonesa con wasabi, crema de perejil, honey mustard) para hacerse sandwiches.
Calculamos 1 porción de cada cosa para cada una de las 40 personas invitadas pero terminó sobrando comida. También hubo empanadas de carne y de verdura hechas por la madre de la novia, y los postres fueron tortas que trajo la mamá del novio y algunas otras amigas. Realmente fue mucha comida! Pero todos estuvieron contentos. Incluso hicimos empachichas con salchichas de soja para una amiga vegetariana de la madre.

La decoración:

Como decía, todo iba con la idea de manzanas verdes y flores blancas. Compré unas cuantas manzanas con las que rellené una jarra grande de vidrio y completé con rosas blancas y otras flores. Los cartelitos de la comida se pincharon algunos sobre manzanas y otros dentro de unos frasquitos que rellenamos con sal gruesa. Los demás se plegaron y dejaron sobre la mesa. Utilizamos un mantel verde grande para la mesa principal, cubierto por un mantel calado blanco de la madre de la novia. En la mesa de las bebidas se colocó un mantel blanco y un camino verde con lunares blancos. Lo demás fueron detalles que podrán ver en las fotos:



Las tarjetas las recorté con un cutter, quedaron realmente lindas y hacían juego con las cintas verdes a lunares.





 Realmente disfruté mucho realizando este trabajo y todo salió bastante bien! Ya varias personas dijeron que querían que haga catering para sus propios eventos así que espero poder volver a compartir con ustedes este nuevo hobby. No se preocupen que no me olvido de la comida japonesa!

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miércoles, octubre 20, 2010

Publicidades Japonesas

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Sigo sin encontrar el tiempo para cocinar así que en reemplazo hoy les voy a mostrar algunas publicidades japonesas bastante divertidas. Si alguna vez vieron algún comercial hecho en Japón habrán notado que generalmente no tienen nada que ver con el producto que se vende, y reemplazan toda información con alguna canción pegajosa que resulta ser bastante efectiva. La primera que quiero compartir con ustedes es una que me hizo reir muchísimo la primera vez que la ví (y las siguientes 10 veces), ya que es difícil creer que es una publicidad de papas fritas. Con ustedes, Consomé Panchi:


Si observan con atención verán que cuando el perro camina en las patas delanteras tiene la cola y la cabeza en el mismo extremo. Luego una publicidad sobre presión arterial que sí tiene más que ver con el tema:


Y les dejo enlaces a otros comerciales sin sentido.

  • Una publicidad de sombreros. Digo... de Mc Donald's! 
  • Un comercial para un condimento para pastas: Tarako(busquen tarako en youtube y aparecen muchísimas publicidades de estas)

Por último una publicidad con un baile divertido:

 
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miércoles, octubre 06, 2010

Crema de mango

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Cuando empecé a cocinar, en algún momento de mi infancia-adolescencia, comencé por los postres. Creo que para generar un poco de confianza en la cocina es lo mejor. Si bien son más delicados y tienen más chances de salir mal, lo único que hay que hacer es seguir al pie de la letra la receta. Diez gramos más de manteca, treinta gramos menos de azúcar, 1 cucharada más de agua pueden arruinarlo todo... pero si uno es obediente y cuida los detalles, todo sale bien. Pasaron muchísimos años hasta que me animé a cocinar cosas saladas (lo cual sucedió recién al terminar el colegio secundario), y en cuanto arranqué con eso me olvidé por completo de los postres. Las cosas dulces no me tientan demasiado, pero de vez en cuando se sienten esas ganas de ingerir un poco de azúcar.

Resulta, además, que soy intolerante a la lactosa. No es una enfermedad grave, pero mucha gente lo sufre y no se da cuenta. Ya que no tiene arreglo, yo lo resolví abandonando los lácteos con mayor cantidad de lactosa y pasando a consumir productos deslactosados. ¿A qué viene todo esto? La receta que traje hoy es una deliciosa crema, sin crema. Afortunadamente, en Asia no se suele consumir mucha leche así que tienen montones de comidas y postres perfectos para mí. Y entonces, ¿de qué está hecha esta crema? De leche de coco! Si aún no la probaron, les recomiendo que lo intenten. Este postre tailandés es muy fresco, dulce y rico, perfecto para el verano que ya comienza para los sureños y termina para el hemisferio norte. Por cierto, ya se fue el calor? Aprovechen si aún les quedan un par de días, despidan al verano como corresponde.




Ingredientes: (para 2 personas)
  • 1 mango maduro (pueden intentarlo con otras frutas, como frutillas (fresas) o duraznos (melocotones))
  • 1/2 taza de leche de coco (pueden reemplazarlo por leche condensada o crema, pero ya no sería tailandés)
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 1/4 taza de agua
  • 1/2 paquete de gelatina sin sabor (1 cucharadita y media de las de té)




Procedimiento:
  1. Cortar el mango, retirando la piel y el carozo, colocarlo en una licuadora y procesarlo hasta que quede hecho un puré.
  2. Incorporar la leche de coco y licuar un poco más hasta que se hayan mezclado uniformemente. Verter todo en un bowl y reservar.
  3. En una cacerolita poner el agua y llevar a hervor. Retirar del fuego y mientas se revuelve con un batidor o un tenedor, espolvorear la gelatina. Revolver bien hasta que se haya disuelto cualquier grumo. Agregar el azúcar y disolver bien.
  4. Incorporar el agua con gelatina a la mezcla de mango y leche de coco. Mezclar bien con batidor o espátula para que la gelatina se reparta homogéneamente en toda la mezcla.
  5. Verter la mezcla en dos potes para postre individuales, o bien en uno grande. Llevar a la heladera como mínimo 2 horas y como máximo 1 día. Para decorar le puse unas rodajas de lima, pero es opcional. Unas frutillas o una flores comestibles quedarían muy bien.


Eso es todo. Se come bien frío y es muy rico. Bon appetit!

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