miércoles, marzo 16, 2011

Con dos palillos - Un blog en crecimiento

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No sé por qué razón nunca me tomé el tiempo de poner en algún lado de esta página las direcciones de otros blogs que me parezcan interesantes. Hay una enorme lista de blogs que consulto, algunos con mayor regularidad que otros, y de donde saco gran parte de mi inspiración en la cocina. Algún día prometo que haré la lista. Hoy quiero presentarles un blog que conozco hace menos de una semana, pero que creo que vale la pena. Se llama Con dos palillos, y la temática es prácticamente idéntica a la de Shiroi Neko, se centra en la gastronomía japonesa y tiene recetas interesantes. Apenas tiene dos meses de vida, por lo que recién está empezando, pero le veo un buen futuro, así que les voy recomendando de entrada que lo mantengan en la mira.


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sábado, marzo 12, 2011

Terremoto y tsunami en Japón

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Probablemente a esta altura todo usuario de internet del mundo esté enterado de lo que sucedió ayer (o anteayer para los japoneses). Ayer por la mañana me levanté demasiado temprano y mientras hacía tiempo para irme al laboratorio decidí leer las noticias, algo que no hago habitualmente. No fue menor mi sorpresa al leer que Japón había sufrido un terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter. Si bien probablemente sea el país mejor preparado para los terremotos, este había sido grande. Para el momento en que leí la noticia, eso era todo lo que había sucedido y en el diario on-line se leía "20 muertos y 30 heridos". Me fui de casa preocupada pero tampoco para tanto, pensé que eso era todo.

A media mañana pude volver a entrar a la página del diario y de a poco me fui enterando de lo peor, de lo que todos ya saben. Luego de unas más de 100 réplicas del terromoto mayores a 5 grados, alrededor de 1000 muertos y más personas desaparecidas, 4 millones de hogares destruidos más probablemente colegios, hospitales, aeropuertos y toda la red de comunicaciones destrozada.. no podemos hacer menos que sentirnos horrorizados. Quisiera tener algo importante, útil, significativo para decir en este momento (ya que este blog siente particular afinidad por el país asiático), pero no encuentro palabras que ayuden.

Yo tengo varios conocidos nikkei, cuyas familias se encuentran en Japón en este momento, y probablemente muchos de ustedes también. A veces Japón suena tan lejano que nos sentimos como en planetas distintos y nos desligamos de sus situaciones, y aunque suene increíble he escuchado entre ayer y hoy comentarios de gente en mi facultad a quienes les pareció "gracioso" lo sucedido, ya que parecía "una película". Incluso algún idiota que se dio el gusto de protestar "acá sólo tenemos el granizo, no tiene gracia". Ya que no me animo a responderles en persona quiero hacerlo acá, aunque nunca lo lean.

Lo que sucedió no tiene nada de gracioso, como tampoco nuestro pobre granizo. La ignorancia, la xenofobia o la idiotez mental que lleve a estas personas a decir semejantes (perdón por la palabra) pelotudeces me irrita sobremanera. En la Argentina, aunque probablemente suceda también en otros países, se aprovecha estas situaciones como éxitos mediáticos, en los que todos los canales de noticias, al cual más amarillista, pasan horas y horas de imágenes del evento con títulos como "Pánico y alerta en Japón". La gente se lo toma así, como si fuese una película o un partido de golf. Quisiera ver si les parecería gracioso si sus casas, trabajos, colegios fuesen completamente destruidos, todo arrastrado por el agua, si hubiesen perdido a un hermano, un hijo, un amigo, aunque sea al perro. Si toda la ciudad y la vida que vivieron durante tantos años desapareciera en un soplido y sólo quedara ahí una montaña de escombros. Definitivamente no es gracioso, y si así le parece entonces espero que con el próximo granizo se le rompa el auto, el techo de la casa, los árboles, las ventanas y le pegue en la cabeza a alguien querido, así se matan de la risa.

Quisiera creer como mínimo que quedan argentinos sensibles, aunque sea por el recuerdo del último terremoto y tsunami que afectó a nuestro querido país vecino, Chile. Deberíamos estar sensibles, y si no lo estamos entonces tenemos un problema. Pocas cosas me recuerdan tanto que vivimos todos en un mismo planeta, y que lo que ocurra en una punta puede afectar a la otra en cuestión de horas. Los problemas de un país deberían ser problemas de todos. Eso es todo lo que quería decir.. tal vez a nadie le importe, pero necesitaba desahogarme un poco. Espero que de alguna forma, con el tiempo (porque créanme que lleva TIEMPO recuperarse de algo así) Japón pueda devolverle a sus habitantes la tranquilidad en la que vivían hasta hace tan sólo dos días. Así como se lo deseo a Chile, a Haití y a todos los países que últimamente se ven afectados por los quehaceres de la corteza terrestre. Nos guste o no, el planeta es uno solo.

Julie
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miércoles, marzo 09, 2011

Hummus

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En los últimos años la comida árabe se ha ido ganando un buen lugar en mi corazón. Sus sabores tan plenos, tan terrenales pero no por eso menos complejos me llaman muchísimo la atención. Sin embargo cada vez que intento reproducir alguno de sus deliciosos platillos (como el shawarma o la salsa de yogur) termino haciendo algo que dista mucho de aquellos sabores que puedo conseguir tan fácilmente en mi rotisería árabe favorita. Siempre me pregunto en qué fallo, y creo que encontré la causa: la comida árabe no es demasiado indulgente con los ingredientes. Podemos obtener algo parecido, alguna variación, un recuerdo, pero si no le ponemos ese "algo" especial en la receta, nunca se parecerá demasiado a lo que esperamos.

Por primera vez en mi vida, luego de estas reflexiones, me di el lujo de respetar los irreemplazables de las recetas árabes. Dediqué el fin de semana largo de carnaval (recién estrenado en la Argentina) a preparar hummus en serio, con todo lo que eso implicaba, a pedido de mi hermana que hoy cumple años y aprovecho para saludarla. Para el que no tuvo la felicidad de probarlo aún, el hummus es una especie de puré de garbanzos que se come como "dip", es decir, untado en algún pan, preferentemente árabe. El ingrediente principal, obviamente, es el garbanzo, pero hay otro ingrediente que puede pasar desapercibido pero (en mi opinión) no puede faltar: la salsa tahini. El tahini es una pasta de sésamo (ajonjolí), algo parecido a la mantequilla de maní, hecho con semillas de sésamo tostadas. Prepararlo no es una ciencia, aunque seguramente pueda ser perfeccionable con el tiempo.

Otra particularidad de la comida árabe es que no hay cantidades fijas para las recetas. Por lo tanto simplemente voy a dar un estimado, tratando de recordar más o menos cuánto puse, pero deberían hacerlo a ojo o a paladar. Es decir, prueben y prueben hasta que obtengan el sabor que más les guste. Lamentablemente no saqué fotos del paso a paso, pero es realmente tan fácil que no creo que les resulte demasiado necesario.

Ingredientes:

Para la salsa tahini: (puede reemplazarse por tahini comprada)
  • 1 taza de semillas de sésamo (ajonjolí)
  • 1/4 taza de aceite de oliva
 Para el hummus: (sale un balde de hummus! si hacen la mitad estarán más que bien)
  • 1/2 kilo de garbanzos secos (pueden usar garbanzos de lata para evitar la parte de la cocción)
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • 3 dientes de ajo
  • 1/4 taza de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de salsa tahini
  • el jugo de 1/2 limón
  • 1 cucharadita de comino en polvo (a gusto)
  • sal y pimienta a gusto
  • aceite de oliva y pimentón para condimentar al final
Procedimiento:
  1. Para la salsa tahini, tostar las semillas de sésamo en una sartén a fuego bien suave durante no más de 10 minutos. Puede hacerse al horno, no tienen que ponerse marrones, apenas el más leve doradito o de lo contrario quedará muy amargo.
  2. Licuar las semillas junto con el aceite de oliva y reservar en el refrigerador en un envase cerrado, hasta un máximo de 1 mes.
  3. Para el hummus primero hay que cocinar los garbanzos. Si consiguieron garbanzos de lata olviden los siguientes pasos: Dejar remojando los garbanzos toda la noche en un bowl con abundante agua y una cucharada sopera de bicarbonato de sodio. Al día siguiente retirar el agua y enjuagarlos bien.
  4. Colocar los garbanzos en una olla con abundante agua, 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio (no poner sal) y 1 hoja de laurel (a gusto, se supone que ayuda a reducir el tema de los gases). Llevar a fuego medio y hervir durante 45 minutos. A medida que se cocinan aparecerá una espuma en la superficie del agua, ir sacándola con una cuchara.
  5. Colar los garbanzos y volver a ponerlos en la olla con abundante agua fría, otra vez al fuego y seguir hirviendo por 30 a 40 minutos más, o hasta que los garbanzos sean fácilmente aplastables con el dedo.
  6. Escurrir los garbanzos reservando al menos 1 taza del agua de cocción. Enjuagar los garbanzos con agua fresca. No importa si quedan cascaritas.
  7. En la licuadora, procesadora o con una licuadora de mano procesar los garbanzos con el aceite de oliva, ajo, limón, comino, tahini, sal y pimienta. Ir agregando el líquido de cocción de los garbanzos a medida que sea necesario, hasta llegar a la textura deseada (no hace falta tirarle toda una taza). Tiene que ser parecido a un puré fácil de untar.
  8. Refrigerar o esperar a que esté a temperatura ambiente. Servir en un bowl con un chorrito de aceite de oliva y un poco de pimentón dulce por encima. Comer con pan árabe o tostadas. Se puede guardar en heladera hasta 3 o 4 días.
 Ya que estábamos en el lío mi mamá preparó pan árabe. Quedó muy rico, aunque no quedó muy árabe, parecía más un pan de pizza pero combinaba bien. Habrá que buscar una nueva receta!


Antes de terminar quiero comentarles que este plato, que se come en una enorme cantidad de países, tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. Ahora no recuerdo exactamente todo lo que tiene, pero eran muchas vitaminas y minerales, una buena cantidad de proteínas, e incluso grasas de las buenas (con omega-3) que reducen el colesterol. La mayoría de esas grasas provienen de la salsa tahini, que libera el aceite de las semillas de sésamo al tostarlas y molerlas. El plato es calórico, pero muy llenador por lo que al final es lo mismo que cualquier otra comida, pero mucho más saludable. Incluso leí que tiene un componente que se usa en algunos antidepresivos, por lo que comer hummus nos haría de hecho más felices! Aunque no sé en dónde lo leí.. pero bueno, es un buen plato lo miren por donde lo miren. Además es 100% vegano, así que lo puede comer todo el mundo. Espero que lo disfruten, si no quieren hacer todo esto busquen su restaurante árabe más cercano, y sean felices! Buen provecho.

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miércoles, marzo 02, 2011

Galletas de sakura

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Llevo un tiempo leyendo el blog de Bea (El rincón de Bea), una genia en el arte de las galletas decoradas. La idea de hacer la glasa real para decorarlas me resultaba aterradora, ya que tengo un largo historial de glasas fallidas a lo largo de mi vida. Pero decidí darle una segunda oportunidad. Basándome en lo que leí en su blog sobre cómo decorar las galletas, y usando su receta para la masa, logré hacer mis primeras galletas decoradas exitosas!

La masa era sabor vainilla, simples galletas de manteca pero deliciosas. Nunca había hecho galletas que conservaran tan bien su forma, el secreto (que pueden leer en el blog de Bea) es ponerlas 10 minutos en el congelador antes de hornearlas. Para la glasa no usé su receta, sino una que leí en Joy of Baking, que se hace con polvo de merengue en vez de claras de huevo frescas. Pensé que no iba a conseguir el polvo de merengue en mi barrio, pero increíblemente en la primer casa de repostería que encontré tenían.

La forma de las galletas se la di con un cortante en forma de flor de 5 pétalos, de unos 5 o 6 cm de diámetro. Usé glasa de dos colores, rosa pálido y un rosa más intenso para el centro. Para decorarlas primero hice un delineado con una glasa espesa, y luego con la glasa aligerada lo rellené. Por último coloqué un poco del rosa intenso en una jeringa y antes de que secara el relleno volqué una gota sobre cada galleta (en realidad iba haciendo una por una, sino hasta que terminara de rellenar todas ya no tendría oportunidad de hacer la decoración del medio porque estaría seco), y con un palillo fui formando los rayitos. Así quedó lo más parecido a una flor de sakura que pude hacer. No quiero extenderme mucho sobre cómo decorar porque Bea lo tiene muy bien explicado.

Finalmente tenía una montaña de galletitas hermosas que secaron en menos de una hora, y decidí regalarle algunas a Pato. Armé una caja de origami (siguiendo estas instrucciones: http://howto-origami.com/how_to_origami_box_box_with_lid.html) con una hoja amarilla y otra estampada con flores de sakura de 15x15cm cada una. Cabían perfectamente 3 galletas, y se veían totalmente adorables! Até la caja con una cintilla violeta. Ahí fue que tomé las fotos, no pude evitarlo, había quedado tan lindo!


Lamento no tener el paso a paso de todo esto, realmente no lo había pensado en el momento de hacerlo (además pensé que me iba a salir mal y no quería evidencias). Pero pueden seguir las recetas que usé:
Sé que la receta no tiene nada de japonesa, pero las flores de sakura son un símbolo de la cultura de Japón! Y sé que a cualquier japonés le gustarían estas bonitas galletas decoradas.
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