miércoles, diciembre 15, 2010

Vacaciones!

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Bueno, finalmente resulta que aprobé todo y llegaron por fin mis tan esperadas vacaciones. Como me voy de viaje y tengo cosas que organizar antes de irme no tuve ni tendré tiempo esta semana ni la próxima para cocinar nada, y luego voy a estar muy muy lejos de acá así que tampoco va a haber recetas. Por lo tanto shiroi neko se toma unas lindas vacaciones y volveremos para fines de enero! Mientras tanto pueden aprovechar para revisar recetas viejas, y dado que estamos entrando al verano por estos lados y al invierno por otros lados les dejo un par de recetas ideales para cada caso que si aún no probaron les recomiendo que vayan empezando. Feliz navidad y próspero año nuevo a todos! Espero que disfruten de sus vacaciones tanto como yo disfrutaré de las mías. Saludos a todos!

Julie

Recetas de verano:

Zarusoba - Fideos soba fríos con una sabrosa salsa perfecto para comer en un caluroso almuerzo de verano.



Ebi tempura - Camarones rebozados en una masa suave y fritos! Ideales para hacer en un viaje a la costa.



Yakitori - Un clásico de los festivales de verano japoneses, fácil de incorporar a cualquier parrillada.










Recetas de invierno:

Sopa de kabocha - Una rica sopa-crema de zapallo japonés (kabocha) que se puede hacer con cualquier otro zapallo o calabaza de estación. También está bueno comerla fría pero no hay nada mejor que una sopa caliente en inverno.



Kare-raisu - Arroz con curry, un clásico japonés (y de tantos otros lugares del mundo), sabroso y llenador. Haz tu propio guisado de curry o utiliza los cubos instantáneos, pero no pierdas la oportunidad de saborearlo.



Sukiyaki - Un plato para comer en familia, un guisado con ingredientes interesantes que se cocina directamente en la mesa.

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miércoles, diciembre 08, 2010

Helados caseros

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Vacaciones: son o no son? Esa es la cuestión.. Finalmente después de unas semanas terribles (y un año agotador) el ajetreo de la facultad parece haber terminado. El sábado rendí mi último parcial del año, ayer entregué mi último informe de laboratorio. Pero lo peor recién empieza! Tengo que esperar hasta el viernes para saber si aprobé mi examen o no. Eso significa que tengo un nivel de incertidumbre enorme mientras pasan los días, que por cierto se están emperrando en pasar de la forma más leeenta posible. Si el viernes me dicen que aprobé mi examen, entonces desde hoy estoy oficialmente de vacaciones (es con retroactivo!), pero si me dicen que no aprobé, entonces en este instante estoy oficialmente perdiendo el tiempo. Odio tener que esperar para saberlo..

Para mi felicidad ocurrió una casualidad que culminó en un helado casero y eso hizo un poco más amena mi semana horrible. Mientras salía de casa para ir a escribir mi informe junto con mi compañero de laboratorio, cerré el portón y cayó un papelito de alguna publicidad que usualmente tiro a la basura. Como estaba saliendo y no iba a volver a entrar, lo recogí y me fui con el papel en la mano. Mientras caminaba, por mera distracción, lo leí. Era una feria americana (o venta de garage, como las conozcan) y vendían una multitud de cosas. Mesas, sillas, cubiertos, camas... una fabricadora de helados.. "¿Una fabricadora de helados?!" Eso no me lo podía perder! Así fue que me compré, por apenas $30 (para que se imaginen lo barato que es, son menos de 8 dólares) mi primera fabricadora de helados. Probablemente no sea la máquina ideal, es pequeña, es antigua (le calculé unos 25 años), pero lo único que importa es que hace helados.

Se trata de una pequeña Heladora Antártida, muy popular en la década de los 80 en la Argentina (o al menos eso leí), que funciona de una forma muy simple: tiene un balde, tiene unas paletas, tiene un motor. La simpática maquinita se mete dentro del congelador, se saca el cable por el burlete de la puerta y se enchufa. En menos de dos horas hay helado listo! Leí por ahí que no funciona perfectamente en cualquier congelador, que tiene que ser muy frío, que tiene que tener base metálica, etc. En casa tengo un freezer de los grandotes que tienen en los comercios y funciona a la perfección pero supongo que no todo el mundo cuenta con uno de estos.




En fin, busqué recetas para hacer helado y lo primero que surgió (y dada la abundante temporada de frutillas que estamos viviendo por estos lados) es helado de frutilla (fresa) a la crema. Les dejo mi receta, que probablemente funcione igual de bien en cualquier máquina de helados. Si no cuentan con una lo pueden hacer manualmente, dejando la preparación en el congelador que tengan a mano y sacándola cada media hora o 40 minutos para batirla y romper los cristales. Aunque no suena tan divertido..

Ingredientes: (para 3 a 4 porciones)
  • 1 taza y media de frutillas frescas
  • 200 gramos de crema de leche (mientras más espesa mejor, si consiguen de la de 50% probablemente salga de maravilla, y pueden agregar más crema aún y seguirá mejorando, yo no tenía más que eso)
  • 1 yema de huevo (idem, si ponen 2 más que mejor)
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de maizena (opcional)
Procedimiento:
  1. En un bowl colocar la/s yema/s, el azúcar y una cucharada de la crema y batir 1 o 2 minutos hasta que se haya disuelto bien el azúcar.
  2. Colocar el resto de la crema en una cacerola y llevar a fuego suave, ir probando la temperatura hastá que esté tibio/caliente pero sin hervir, retirar del fuego y verter sobre la mezcla anterior. Si se desea una preparación más espesa/cremosa sin añadir demasiadas yemas se puede incorporar en este momento una cucharada de maizena (fécula de maíz) disuelta en un poquitito de agua.
  3. Revolver bien con el batidor hasta que se haya incorporado completamente la mezcla y regresar todo a la cacerola. Revolviendo constantemente y a fuego suave/medio cocinar hasta que espese un poco, que quede como una crema levemente espesa. Retirar del fuego.
  4. Licuar las frutillas en licuadora o procesadora hasta que no queden más grumos, pasar la preparación por un colador para retirar las semillitas y colocar en la cacerola con la crema. Mezclar bien hasta homogeneizar la preparación y dejar enfriar.
  5. Colocar la preparación en una máquina heladora o bien en un bowl y al congelador. En máquina heladora puede demorar de 1 a 2 horas, sin ella tal vez hasta 3 o 4 horas revolviendo cada media hora para evitar la cristalización.
Bien, como  habrán visto en la foto, el helado está un poco derretido. Era riquísimo y cremoso pero me di cuenta de que en las heladerías le agregan un montón de productos que evitan que se derrita y que se congele demasiado. Hay estabilizantes y otras cosas, como la glucosa, que mejoran la calidad del producto final. Pero claro, entonces no sería tan saludable hacerlo en casa! Yo estoy conforme con el resultado.. hice nuevamente helado de frutilla (la segunda vez salió mal!) y preparé helado de dulce de leche, que es básicamente la misma preparación pero con unas 3 cucharadas de dulce de leche en lugar de las frutillas. No hay fotos del paso a paso porque había olvidado cargar la cámara y la puse a cargar recién cuando metí la mezcla en el freezer.

Sé que esto no tiene nada de oriental, pero entonces pensé: podría hacer helado de matcha! Aún no lo hice pero sin dudas lo voy a intentar algún día en este largo verano que recién empieza. ¿Tienen alguna receta interesante para preparar helado casero? Estoy dispuesta a escuchar sugerencias! Por último, una foto que me quedó simpática de las frutillas que compré para el helado (la del helado está fea porque fue a las apuradas y no pude ni decorar ni nada ya que se derretía a velocidades extraordinarias):


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lunes, noviembre 22, 2010

Blog del Día!

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Les tengo una buena noticia! (al menos para mí!) Hoy Shiroi Neko fue nombrado "blog del día" en blogdeldia.org, una página que se dedica a seleccionar blogs que creen que valen la pena pero que no son tan populares (por ejemplo el mío). Me hicieron una mini entrevista que pueden leer en la página, no es muy interesante realmente pero bueno. Ya que estamos, le dedico este premio a todos mis lectores y a Pato por acompañarme en mis aventuras culinarias. Gracias a todos!

Julie
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miércoles, noviembre 17, 2010

Pollo Teriyaki

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Hace poco me pidieron esta receta y como nunca lo había preparado me pareció bueno hacerla para el blog, y ya que no pudimos preparar el ichigo daifuku (será para otra ocasión) aproveché. Ya habíamos visto cómo preparar cerdo teriyaki, esto es en concepto muy parecido pero tiene sus detalles. El resultado fue muy bueno! Cualquiera que sienta amor por la salsa teriyaki deseará intentarlo, pero no me salió exactamente como esperaba. El pollo quedó un poquito seco, pero fue mi culpa por dos razones: una, que cuando creí que ya estaba listo lo dejé 5 minutos más, y la otra es que me apuré a cortarlo demasiado rápido. 

Así que quiero aprovechar esta oportunidad para hablar de un tema crucial a la hora de cocinar carnes (de cualquier tipo, vaca, cerdo, pollo, etc). Tal vez sea algo conocido por todos pero por las dudas debo decirlo: una vez que se termina la cocción de la carne, al retirarla del fuego es necesario dejarla descansar. Si se corta inmediatamente, perderá todos sus jugos y se secará. Si se la deja descansar (es poco, unos 5 minutos) los jugos son reabsorbidos por la carne y además termina de emparejar las temperaturas internas y todo sale mejor. Así que mi error les servirá de guía cuando lo hagan ustedes! En fin, igual quedó muy rico así que acá va la receta:

Ingredientes: (para 2 personas)
  • 2 pechugas de pollo con piel deshuesadas
  • 1/2 taza de salsa de soja
  • 1/4 taza de mirin
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 2 porciones de arroz gohan para acompañar
Procedimiento:
  1. En un bowl amplio mezclar los ingredientes de la salsa (salsa de soja, mirin y azúcar). Llevarlo 30 segundos al microondas para disolver un poco el azúcar y dejar enfriar. Colocar las pechugas enteras dentro de la marinada y llevarlo a la heladera por 15 minutos. Luego dar vuelta las pechugas y dejar marinar otros 15 minutos.
  2. En una sartén amplia colocar un poquito de aceite vegetal y calentar bien. Colocar las pechugas primero con el lado de la piel hacia la sartén y dorar. Esto puede demorar unos 5 minutos a fuego fuerte. En el momento de poner las pechugas hay que tener cuidado porque las gotas de la marinada que caen sobre el aceite caliente hacen saltar al aceite y quema.
  3. Dar vuelta las pechugas y dorar del otro lado. Una vez que estén doradas probablemente se haya quemado un poco de la marinada en el fondo, para evitar que todo salga con sabor amargo recomiendo retirar las pechugas, raspar un poco el fondo quemado de la sartén y luego volver al fuego.
  4. Incorporar a la sartén el resto de la marinada. Colocar una tapa sobre la sartén, bajar el fuego a medio-suave y cocinar hasta que las pechugas estén listas. Dependiendo del tamaño de la pechuga esto puede demorar más o menos, a mí me llevó unos 10 a 15 minutos pero las porciones eran demasiado gruesas.
  5. Retirar el pollo de la sartén y mientras esperan 5 minutos a que descanse, se sigue reduciendo la salsa de la marinada a fuego mínimo. Pasado este tiempo, cortar el pollo en rodajas de aproximadamente 1cm de ancho, colocar sobre un plato y verter por encima un poco más de la salsa teriyaki ya reducida. Acompañar con arroz.
 
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domingo, noviembre 14, 2010

200.000 visitas!

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Hemos llegado (no sé exactamente cuándo pero fue en estos últimos 2 días) a las 200.000 visitas! Eso hace un promedio de 50.000 visitas al año así que le agradezco a todos los que se acercan a leer mi blog aunque sea tan sólo por cinco minutos! No voy a subir nada para festejar en este momento porque es tarde y estoy cansada, pero les comento que no hice el ichigo-daifuku (fue culpa de Pato así que las quejas a él) pero sí hice pollo teriyaki, que podrán ver este miércoles. Gracias a todos!!

Julie
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miércoles, noviembre 10, 2010

Días buenos y días malos

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Cuando uno cocina hay días buenos y días malos. En los días buenos todo sale como uno esperaba y en los malos.. bueno, puede variar entre algo distinto a lo que esperaba pero todavía comestible, y algo tan absolutamente repugnante que debe ser tirado a la basura. Supongo que la gracia de los chefs profesionales es que el 99% de sus días son buenos, pero el resto de los mortales debemos conformarnos con porcentajes más bajos.

Dado que escribo un blog de cocina y mucha gente lo lee como referencia para preparar sus propios platillos, me pareció válido hacer esta aclaración: no todo lo que hago me sale bien, pero les aseguro que todo lo que alguna vez subí al blog estaba rico. Para demostrarlo decidí publicar estas hermosas fotos de un postre que jamás subí, a pesar de que me han pedido la receta en reiteradas ocasiones. Se trata del famoso ichigo daifuku, unas bolitas de masa mochi (hecha con harina de arroz glutinoso), rellenas con pasta anko y frutillas (fresas). Suena delicioso, y se ve tan bien! Eso es lo que pensé cuando terminé de prepararlo. Yo tengo la costumbre de tomar las fotografías antes de probar la comida, por la obvia razón de que una vez que le pegue un mordizco ya no se verá tan lindo. Y esto es lo que sucedió..

La masa me salió horrible. No tenía sabor a nada y la textura demasiado chiclosa era muy desagradable. Supongo que el mochi tiene algo de chicloso pero no para tanto! Y luego el anko.. puaj! A pesar de que ya había preparado anko varias veces antes, esta vez salió mal.. supongo que me apuré demasiado, y no se terminaron de cocinar los porotos, quedó grumoso y con sabor a tierra. Increíble.. Lo único rico eran las pobres frutillas atrapadas entre esa masa asquerosa, por lo que terminamos rescatándolas y enjuagándolas un poco  (son muy ricas para tirarlas) y el resto se fue directo al tacho de la basura. Una lástima!


Tengo muchas teorías sobre lo que pudo haber salido mal. Lo que más me suena es que al mochi había que ponerle azúcar, y tal vez cocinarlo más, y estirarlo más fino, y a los porotos esperarlos otro tanto, etc. Después de esa mala experiencia me olvidé del ichigo daifuku y no lo volví a intentar. Habría sido muy fácil hacerme la distraída y aprovechar las bonitas fotos para subir una receta que no me dio buenos resultados, pero no sería capaz de mentirles así. ¿Les ha sucedido algo parecido alguna vez? Es increíble cómo las apariencias engañan! Yo tuve muchas situaciones como esta, por ejemplo una ocasión en que quise hacer manju y la masa quedó dura como una piedra! Y de afuera se veía tan lindo..

En fin, para compensarlos por haber leído hasta acá, los dejo con la verdadera receta del ichigo daifuku, no testeada por mí aunque tengo planes de volver a intentarlo este viernes, la que yo hice que salió mal fue hecha en el microondas. Si tenemos suerte y me toca un buen día, el miércoles que viene subiré el postre. Sino, habrá que encontrar otra cosa para hacer.

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    miércoles, noviembre 03, 2010

    Oyakodon

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    Cuando escribí la receta del gyûdon, al final de todo expliqué en qué consistían en general este tipo de platos. Como sé (y comprendo) que no muchos leen hasta el final, repetiré lo que dije así aprendemos algo nuevo:

    En la gastronomía japonesa hay una enorme cantidad de platos bajo la categoría de "donburi". La palabra donburi significa literalmente "bowl", y cuando se habla del platillo se refiere a un bowl de arroz con algo encima. La forma de nombrar a estos platos es muy sencilla, donburi se abrevia como "don" y luego se pone adelante un prefijo que indica qué es lo que lleva arriba. En el caso del gyûdon, gyû significa carne de vaca, y bueno "don" es lo que acabo de explicar. Luego en el katsudon, katsu viene de tonkatsu, la milanesa de cerdo japonesa. Hay muchos otros, pero definitivamente el que tiene el significado más chistoso es el que vamos a preparar hoy: oyakodon. El oyakodon es un bowl de arroz que arriba tiene pollo y huevo, pero lo que su nombre en realidad dice es "padre" (oya) e "hijo" (ko), siendo padre el pollo e hijo el huevo. Al principio me dio ternura el nombre pero después de pensarlo un rato me puso un poco inquieta..

    En fin, ahora que sabemos qué vamos a comer, podemos dedicarnos a la receta. Si poseen una sartén pequeña, de las que se usan para hacer panqueques, pueden hacerlo individualmente (lleva más tiempo pero queda del tamaño perfecto). Nosotros lo hicimos en una sartén grande y luego recortamos las porciones con una espátula.

    Ingredientes (para 2 o 3 personas):
    • 2 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
    • 1 cebolla grande
    • 4 huevos
    • 1/2 taza de caldo dashi (preparada usando 1/2 taza de agua caliente + 1/2 cucharadita de polvo dashi)
    • 4 cucharadas grandes de salsa de soja
    • 3 cucharadas grandes de mirin
    • 1 cucharadita de azúcar blanca
    • cebollita de verdeo o ciboulette
    • 3 porciones de arroz gohan (ver receta)
    Procedimiento:
    1. Cortar la cebolla a la mitad y luego en tiras ni muy gruesas ni  muy finas. Cortar el pollo en trozos de unos 2 o 3 cm de lado (no necesariamente cubos) de forma que sea sencillo tomarlos con los palillos.
    2. En una sartén colocar la salsa de soja, el dashi, el mirin y el azúcar. Calentar hasta que se haya disuelto el azúcar y luego colocar la cebolla. Cocinar a fuego medio durante unos 2 ó 3 minutos.
    3. Incorporar a la sartén el pollo cortado. Esparcirlo bien por la sartén para que se cocine de forma pareja, colocar una tapa sobre la sartén y dejar que se cocine durante un par de minutos.
    4. Destapar la sartén y dar vuelta los trozos de pollo. Dejar que se termine de cocinar destapado para que vaya reduciendo un poco la salsa.
    5. En un bowl batir 4 huevos con un tenedor, sin mezclarlos completamente. Cuando el pollo esté listo, incorporar a la sartén 3/4 de la mezcla de huevos, y utilizando los palillos mezclarlo bien con el pollo y la cebolla. Es necesario que el huevo se incorpore bien al resto de los ingredientes para que se una todo y luego sea fácil sacarlo de la sartén.
    6. Dejar que los huevos se cocinen hasta que estén casi listos. En ese momento incorporar el huevo restante uniformemente sobre la superficie de la mezcla. Apagar el fuego y colocar una tapa sobre la sartén. Dejar que se cocinen con el mismo calor de la sartén durante unos 2 minutos.
    7. En bowls amplios colocar el arroz gohan caliente, dejando un espacio arriba para el pollo. Cortar de la sartén porciones del tamaño del bowl y colocarlo entero sobre el arroz caliente.
    8. Picar cebollita de verdeo o ciboulette y colocarlo por encima del pollo. Comer caliente!

    Es un plato bastante rico, el sabor del huevo luego de haber absorbido un poco de la salsa es muy interesante. Si a ustedes les gusta el huevo más "babé" (es decir, más líquido) entonces reduzcan el tiempo de cocción del huevo. Yo lo prefiero bien cocido, no seco pero tampoco crudo. Buen provecho!



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    domingo, octubre 31, 2010

    Mi primer catering

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    Hoy les voy a contar lo que estuve haciendo el último mes y que finalmente concluyó el jueves pasado. Antes que nada, sé que este miércoles no subí nada (otra vez), y esta vez fue una bobería porque en la Argentina fue feriado debido al censo nacional, y me pasé tooodo el día haciendo nada y de repente a las 8 de la noche pensé ¡el blog! y ya me pareció demasiado tarde así que no subí la receta que ya tenía preparada. Por suerte para ustedes este miércoles me voy a pegar un cartel bien grande y recordaré subir las instrucciones para preparar un delicioso oyakodon.

    Ahora sí, tendrán curosidad (o no) sobre el título de este post. Y la foto que probablemente habré puesto arriba de todo, ya que yo escribo primero y pongo las fotos después. Este jueves que pasó se casó Julieta, la hija de una muy querida amiga de mi madre. En realidad fue el civil, ya que por iglesia se casaban el sábado. Resulta que entre los líos de su nuevo hogar y de la fiesta luego de la iglesia, no tenían nada planeado para la recepción luego del civil y tampoco tenían tiempo para pensarlo. Entonces se me ocurrió la genial idea de encargarme yo misma del evento, y por suerte para mí aceptaron. Claro que yo no tenía experiencia haciendo caterings más que las decenas de eventos a las que asistí en mi trabajo como moza, pero estaba decidida a intentarlo. Y me dieron total libertad, bajo la condición de que mantuviera el presupuesto dentro de lo razonable.

    Así fue que Patricio y yo nos encargamos de organizar nuestro primer catering. Además de darme libertad sobre el menú, me dieron también total libertad sobre la decoración, y esto fue lo que surgió. Elegí como tema para la decoración unas deliciosas manzanas verdes haciendo juego con flores blancas, es decir que todo debía combinar con color blanco y verde manzana. Se me ocurrió (luego de ver un montón de páginas web, por ejemplo la de Amy Atlas aunque no me quedó ni por lejos tan lindo) hacer etiquetas para identificar los distintos bocadillos que ofreceríamos, de forma de poder dejarlo todo sobre la mesa y no tener que "bandejear". A continuación una foto de las etiquetas recién impresas:



    Si a alguien le interesa hacer algo parecido, tengo los archivos de Photoshop en los que lo hice, totalmente modificables y estoy dispuesta a compartirlos. Las imprimí sobre un papel grueso (160gr) tamaño A4, en una arriesgada aventura a la Facultad de Diseño de la UBA. En fin, no quiero hacer esta historia interminable así que les cuento lo más importante.

    El menú:



    La idea fue hacer "finger food" ya que no habría mesas. El menú que terminé armando tenía un aire mediterráneo, con algunas excepciones. Resultó ser bastante económico dentro de todo así que se lo recomendaría a cualquiera que organice su propia fiesta.
    • Bocaditos de queso crema, salmón ahumado y alcaparras.
    • Bocaditos de queso crema, ciboulette y tomates cherry.
    • Bocaditos de pasta de aceitunas (tapenade).
    • Sandwichitos de lomito ahumado y cebolla caramelizada.
    • Sandwichitos de jamón crudo y tomate secchi (tomates secos rehidratados y especiados).
    • Sandwichitos de leberwurst, pepino agridulce y honey mustard.
    • Bruschettas de tomate y albahaca.
    • Pizzetas de muzzarella.
    • Empachichas (salchichitas envueltas en masa de hojaldre).
    • Peceto a la mostaza con pan de manteca y salsas (mayonesa con wasabi, crema de perejil, honey mustard) para hacerse sandwiches.
    Calculamos 1 porción de cada cosa para cada una de las 40 personas invitadas pero terminó sobrando comida. También hubo empanadas de carne y de verdura hechas por la madre de la novia, y los postres fueron tortas que trajo la mamá del novio y algunas otras amigas. Realmente fue mucha comida! Pero todos estuvieron contentos. Incluso hicimos empachichas con salchichas de soja para una amiga vegetariana de la madre.

    La decoración:

    Como decía, todo iba con la idea de manzanas verdes y flores blancas. Compré unas cuantas manzanas con las que rellené una jarra grande de vidrio y completé con rosas blancas y otras flores. Los cartelitos de la comida se pincharon algunos sobre manzanas y otros dentro de unos frasquitos que rellenamos con sal gruesa. Los demás se plegaron y dejaron sobre la mesa. Utilizamos un mantel verde grande para la mesa principal, cubierto por un mantel calado blanco de la madre de la novia. En la mesa de las bebidas se colocó un mantel blanco y un camino verde con lunares blancos. Lo demás fueron detalles que podrán ver en las fotos:



    Las tarjetas las recorté con un cutter, quedaron realmente lindas y hacían juego con las cintas verdes a lunares.





     Realmente disfruté mucho realizando este trabajo y todo salió bastante bien! Ya varias personas dijeron que querían que haga catering para sus propios eventos así que espero poder volver a compartir con ustedes este nuevo hobby. No se preocupen que no me olvido de la comida japonesa!

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    miércoles, octubre 20, 2010

    Publicidades Japonesas

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    Sigo sin encontrar el tiempo para cocinar así que en reemplazo hoy les voy a mostrar algunas publicidades japonesas bastante divertidas. Si alguna vez vieron algún comercial hecho en Japón habrán notado que generalmente no tienen nada que ver con el producto que se vende, y reemplazan toda información con alguna canción pegajosa que resulta ser bastante efectiva. La primera que quiero compartir con ustedes es una que me hizo reir muchísimo la primera vez que la ví (y las siguientes 10 veces), ya que es difícil creer que es una publicidad de papas fritas. Con ustedes, Consomé Panchi:


    Si observan con atención verán que cuando el perro camina en las patas delanteras tiene la cola y la cabeza en el mismo extremo. Luego una publicidad sobre presión arterial que sí tiene más que ver con el tema:


    Y les dejo enlaces a otros comerciales sin sentido.

    • Una publicidad de sombreros. Digo... de Mc Donald's! 
    • Un comercial para un condimento para pastas: Tarako(busquen tarako en youtube y aparecen muchísimas publicidades de estas)

    Por último una publicidad con un baile divertido:

     
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    miércoles, octubre 06, 2010

    Crema de mango

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    Cuando empecé a cocinar, en algún momento de mi infancia-adolescencia, comencé por los postres. Creo que para generar un poco de confianza en la cocina es lo mejor. Si bien son más delicados y tienen más chances de salir mal, lo único que hay que hacer es seguir al pie de la letra la receta. Diez gramos más de manteca, treinta gramos menos de azúcar, 1 cucharada más de agua pueden arruinarlo todo... pero si uno es obediente y cuida los detalles, todo sale bien. Pasaron muchísimos años hasta que me animé a cocinar cosas saladas (lo cual sucedió recién al terminar el colegio secundario), y en cuanto arranqué con eso me olvidé por completo de los postres. Las cosas dulces no me tientan demasiado, pero de vez en cuando se sienten esas ganas de ingerir un poco de azúcar.

    Resulta, además, que soy intolerante a la lactosa. No es una enfermedad grave, pero mucha gente lo sufre y no se da cuenta. Ya que no tiene arreglo, yo lo resolví abandonando los lácteos con mayor cantidad de lactosa y pasando a consumir productos deslactosados. ¿A qué viene todo esto? La receta que traje hoy es una deliciosa crema, sin crema. Afortunadamente, en Asia no se suele consumir mucha leche así que tienen montones de comidas y postres perfectos para mí. Y entonces, ¿de qué está hecha esta crema? De leche de coco! Si aún no la probaron, les recomiendo que lo intenten. Este postre tailandés es muy fresco, dulce y rico, perfecto para el verano que ya comienza para los sureños y termina para el hemisferio norte. Por cierto, ya se fue el calor? Aprovechen si aún les quedan un par de días, despidan al verano como corresponde.




    Ingredientes: (para 2 personas)
    • 1 mango maduro (pueden intentarlo con otras frutas, como frutillas (fresas) o duraznos (melocotones))
    • 1/2 taza de leche de coco (pueden reemplazarlo por leche condensada o crema, pero ya no sería tailandés)
    • 2 cucharadas de azúcar
    • 1/4 taza de agua
    • 1/2 paquete de gelatina sin sabor (1 cucharadita y media de las de té)




    Procedimiento:
    1. Cortar el mango, retirando la piel y el carozo, colocarlo en una licuadora y procesarlo hasta que quede hecho un puré.
    2. Incorporar la leche de coco y licuar un poco más hasta que se hayan mezclado uniformemente. Verter todo en un bowl y reservar.
    3. En una cacerolita poner el agua y llevar a hervor. Retirar del fuego y mientas se revuelve con un batidor o un tenedor, espolvorear la gelatina. Revolver bien hasta que se haya disuelto cualquier grumo. Agregar el azúcar y disolver bien.
    4. Incorporar el agua con gelatina a la mezcla de mango y leche de coco. Mezclar bien con batidor o espátula para que la gelatina se reparta homogéneamente en toda la mezcla.
    5. Verter la mezcla en dos potes para postre individuales, o bien en uno grande. Llevar a la heladera como mínimo 2 horas y como máximo 1 día. Para decorar le puse unas rodajas de lima, pero es opcional. Unas frutillas o una flores comestibles quedarían muy bien.


    Eso es todo. Se come bien frío y es muy rico. Bon appetit!

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    miércoles, septiembre 22, 2010

    Do chua (pickle de zanahoria y daikon)

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    Volviendo un poco a los pickles, este es un tipo de pickle muy clásico, hecho en vinagre. Zanahoria y daikon (nabo blanco) es una combinación muy usual en muchas regiones de Asia. En este caso decidí utilizar una receta vietnamita para variar un poco, pero como no tengo una categoría para comida vietnamita aún, quedará suelto por un rato. A pesar de ser de otra región de Asia, este tipo de pickle combina muy bien con la comida japonesa y no me molestaría comerlo como tsukemono antes de cenar. El sabor resultante de esta mezcla es un poco extravagante, es decir que no puedo garantizar que le guste a todos, tal como sucedía con los pickles de hakusai. El nabo toma un sabor muy fuerte y el vinagre sólo lo potencia así que tengan cuidado. Según leí en algún lado, este olor fuerte es común en esta receta, y para que se vaya deben abrir el frasco 15 minutos antes de comerlo.

    Yo no quería arriesgarme demasiado así que preparé una pequeña cantidad, pero les dejo la receta completa (de Into the Vietnamese Kitchen: Treasured Foodways, Modern Flavors) para quien ya sepa que ama este tipo de pickles. El tiempo de preparación es corto si son rápidos cortando vegetales. Pueden ayudarse con una mandolina si tienen! Luego como todo pickle hay que dejarlo descansar; el tiempo para esta receta va de una hora a una semana, depende de cuán ansiosos estén. Después de eso lo pueden mantener en un frasco dentro del refrigerador hasta 4 semanas. Si creen que esperar una semana es demasiado, intenten hacer pickles alemanes de pepino y van a ver lo que es sufrir (lleva 4 semanas de espera, recién pasaron 3 y ya muero por abrir el frasco!). En fin, no sé cuánto les entusiasman los pickles, creo que soy la única loca que se divierte esperando. Después de esto los dejo descansar por un buen rato, y para compensar la semana que viene les traigo un postre fresco y delicioso!

    Ingredientes:
    • 1 zanahoria
    • 1/2 nabo blanco/daikon grande.
    • 1 cucharadita de sal
    • 1/2 taza de azúcar + 2 cucharaditas
    • 1 y 1/4 taza de vinagre blanco (puede ser vinagre de arroz o de alcohol)
    • 1 taza de agua
     Procedimiento:
    1. Pelar la zanahoria y el nabo y cortarlo en juliana (finas tiras), del largo que más les guste (piensen en su frasco a la hora de hacer esto).
    2. Colocar la zanahoria y el nabo juntos en un bowl y espolvorear con la sal y las 2 cucharaditas de azúcar. Mezclar un poco con las manos y dejarlo descansar durante 1/2 hora. Una vez pasado este tiempo, escurrir el líquido que haya salido y si lo desean, pasarlo todo por agua fría y escurrir nuevamente para retirar la sal y el azúcar que hayan quedado. Colocar la zanahoria y el daikon dentro de un frasco grande o dos frascos chicos.
    3. En una cacerola colocar el vinagre, el agua y el resto del azúcar. Llevarlo a fuego suave hasta que se haya disuelto completamente el azúcar y retirar. Esperar que enfríe un poco y verterlo sobre los vegetales dentro de los frascos. La mezcla debe ser suficiente para cubrir a los vegetales, si quedan expuestos al aire podrían echarse a perder.
    4. Colocar la tapa al frasco y llevarlo a la heladera como mínimo 1 hora. A medida que pase el tiempo los sabores se irán intensificando, si les gusta más fuerte esperen un par de días. Luego lo pueden mantener en la heladera hasta 4 semanas sin necesidad de sellar y esterilizar el frasco.
    Como último comentario, quiero decir que esta receta es una parte de un sandwich vietnamita muy popular que se conoce como banh mi, que lleva cerdo en muchas formas y algunos otros pickles. Tal vez algún día intente hacerlo, si alguien lo hace me puede mandar las fotos. Buen provecho!

    Otras recetas de pickles:

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    miércoles, septiembre 08, 2010

    Momiji oroshi y berenjenas

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    Primero quiero agradecer a todos los que dejaron comentarios en mi post de la semana pasada! Realmente es muy reconfortante saber que hay tanta gente acompañándome en esto. Ahora sí, a la receta:

    Momiji oroshi es el nombre de una salsa japonesa, y su significado literal es "maple rallado". Sin embargo no lleva maple, sino que es simplemente una metáfora que hace alusión a su color. En Japón cuando llega el otoño los colores rojo y amarillo se vuelven predominantes en el paisaje, gracias a la gran cantidad de árboles gingko (de hojas amarillas) y árboles de maple (de hojas rojas). Dejando de lado la parte poética, ¿qué le da el color rojo a esta salsa? Resulta que (para mi sorpresa) los japoneses también comen chiles! El momiji oroshi está hecho a base de daikon (nabo blanco) rallado y chiles molidos. En la receta original se utiliza una variedad de chiles japoneses, pero se puede utilizar cualquier variedad que encuentren disponible.

    Aparentemente hay una forma tradicional de preparar esta salsa, que consiste en cortar el daikon en rodajas grandes, hacer pequeños huequitos con la punta de un palito chino, insertar adentro los chiles enteros y luego rallar todo junto. Yo les mostraré otra forma de hacerlo, un poco más moderna y que sirve incluso en caso de no contar con chiles enteros (como fue en mi caso, que utilicé ají molido). Esta salsa se usa para acompañar el shabu-shabu (una comida similar al sukiyaki), pero también se come con pescados, arroz, tofu o vegetales. Lo ideal es que la cantidad de chile que se use no sea excesiva, porque si resulta demasiado picante tapará el sabor de la comida. A mí me quedó picante.. hay que tener en cuenta qué tipo de chile usan, si pusieron o no sus semillas (que es la parte picante) y que además el daikon tiene un leve picor propio. Por último, yo quise preparar una pequeña cantidad porque no sabía si me iba a gustar o no, y esto dificultó su preparación porque al final hay que licuarlo y las cuchillas de mi licuadora y de mi minipimer no lograron agarrarlo, así que quedó un poquito grumoso. Si preparan más cantidad probablemente no tengan este problema.

    Ingredientes:
    • 1/2 daikon (nabo blanco, de los largos)
    • 1 cucharadita de ají molido / chile picado o en polvo
    • 1 cucharadita de paprika (eso dice la receta original pero yo voto por alguno que no sea picante, un pimentón dulce)
    • 2 cucharadas al ras de agua
    • 1 pizca de sal
    Procedimiento:
    1. Pelar el daikon y rallarlo con rallador manual o bien con una máquina.
    2. Colocar el chile o ají molido, el pimentón y la sal. Mezclar bien y dejar reposar durante media hora.
    3. Utilizando una licuadora o bien una licuadora de mano/minipimer, procesar la mezcla junto con las dos cucharadas de agua.

    Eso es todo! No importa si queda grumoso, es rico igual. Regulen la cantidad de picante a gusto. A continuación algunas fotos de las berenjenas que comió mi mamá con esta salsa (a mí no me gustan las berenjenas pero ella aseguró que quedaba muy bien). Buen provecho!



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    sábado, septiembre 04, 2010

    Lo de siempre

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    Esta vez no fue falta de tiempo, sino un despiste mío. Les aseguro que tenía todo listo para cocinar este miércoles que pasó, y en el momento en que me disponía a hacerlo me di cuenta de que mi cámara no tenía baterías, con lo que no podía sacar las fotos. Claro que podría haberla puesto a cargar pero en mi planeta esas cosas se olvidan fácilmente y no lo hice, y llegó el jueves que es mi día libre y podría haber cocinado también pero seguía sin mi cámara y como era el cumpleaños de mi madre y tenía que preparar una comida especial no tuve tiempo de acordarme.

    Podría pedir disculpas como siempre pero esta vez voy a hacer otra cosa: por favor no se tomen tan literal lo de todos los miércoles. Cada vez me cuesta más encontrar el tiempo, si bien voy a seguir intentando hacerlo, y si no logro cocinar tal vez podría empezar a subir otras cosas, por ejemplo, qué les parecería un cursillo de japonés? Algo se me va a ocurrir. También podemos hablar de costumbres japonesas, más reglas de etiqueta extrañas o algo así. Igual todavía tengo los ingredientes listos para preparar lo que iba a hacer el miércoles, y tocará subirlo la semana que viene.

    Para los que no están enterados, les cuento cómo es la cosa: yo estudio física, y como toda carrera científica demanda muchísimo tiempo. Algunos días asisto a la universidad desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la noche. Los días que no, probablemente pase el tiempo libre haciendo ejercicios, estudiando o escribiendo informes de laboratorio (que es lo que estoy haciendo ahora justamente). Una vez cada dos meses llegan los parciales, eso implica que desde dos o tres semanas antes estoy sufriendo, tratando de completar todo lo que me haya quedado sin hacer y consultar todo lo que me sea posible. Y para colmo de males, al finalizar cada materia (que son cuatrimestrales) tengo que dar exámenes finales. Esos exámenes se preparan con muchas, muchísimas horas de estudio..  (-_-)  El último me llevó 4 semanas enteras, el anterior 3.. ahí se me fueron las vacaciones de invierno.

    En fin, a medida que avanzo en la carrera se pone más demandante y cada día tengo menos tiempo libre, de modo que ya ni siquiera logro dormir 7 horas diarias. Este blog es un pequeño escape para mí, me alegra saber que en el fin de semana (o a más tardar en la mañana del miércoles) tengo un par de horas que son mías, y puedo cocinar algo rico y luego venir acá y compartirlo con ustedes. Es un mundo aparte y me alegra bastante poder hacerlo. Así que no se preocupen que siempre que pueda encontraré el tiempo. Ahora sí les pido disculpas, a los que llegaron leyendo hasta acá que ya deben estar cansados! Un saludo a todos,

    Julie
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    miércoles, agosto 25, 2010

    Kushi age de vegetales

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    A pedido del público, terminé preparando kushi age. El flan salado será para otra ocasión. Esta es otra de esas recetas pertenecientes a la comida rápida japonesa. Claro que es menos saludable que las recetas más tradicionales porque incluye una fritura, pero es cierto que es muy rico! Una vez cada tanto está bien darse un gusto. La palabra "kushi age" engloba una gran cantidad de recetas, todas con un denominador común: se ensarta en un palillo de bambú, se reboza con panko y se fríe en aceite. De hecho, "kushi" significa palillo de bambú y "age" significa frito. Fuera de eso, pueden usar toda su originalidad para hacer la variación que más les plazca.

    En esta ocasión decidí hacerlo con vegetales que tenía en la heladera en ese momento: papa, zanahoria, cebolla y ají morrón. Puede ser una combinación un poco aburrida, pero es solamente para mostrar el procedimiento. De cualquier manera quedó muy rico! Para prepararlo se pueden usar vegetales o carne, pollo, cerdo, mariscos, lo que gusten. A continuación les dejo una lista de ingredientes comunes:
    • Cerdo
    • Vaca/ternera
    • Pollo
    • Camarones
    • Vieiras
    • Papa
    • Zanahoria
    • Broccoli (brécol)
    • Espárragos
    • Cebolla
    • Tomate cherry
    • Hongos (shiitake, champignones)
    • Huevos de codorniz (previamente hervidos)
    Pueden preparar combinaciones o bien hacerlos de un solo ingrediente. Sólo deben cortar todo en cubitos tamaño bocado y colocarlos en los pinchos.
    Ingredientes: (para unos 10 kushiage)
    • vegetales o carne a elección
    • 1 huevo
    • 1/4 taza de harina de trigo común
    • 1 cucharada sopera de agua (si es necesario)
    • 1/2 cucharadita de sal
    • pimienta (a gusto)
    • 1 taza de panko o pan rallado
    • abundante aceite para freir
    Procedimiento:
    1. Cortar los ingredientes elegidos en cubos o tamaño adecuado para morderlo sin necesidad de usar un cuchillo (aprox. de 2 cm de diámetro está bien). Colocarlos, con cuidado para no romperlos, en palillos de bambú o de madera, de los que se usan cuando hacen kebabs o pinchos (brochettes) a la parrilla. Pueden hacer combinaciones o simplemente hacerlo todo de un mismo ingrediente.
    2. En un plato bajo (tiene que caber el palillo entero, yo tuve que cortarlos porque eran demasiado largos) batir el huevo con la harina, la sal y la pimienta. Si la masa queda demasiado espesa, agregar la cucharada de agua y mezclar nuevamente para que la masa quede homogénea. En otro plato colocar el panko o pan rallado.
    3. Ir colocando suficiente aceite para freir en una sartén profunda o en una cacerola y encender el fuego a medio-alto. Para usar menor cantidad de aceite yo cubrí una sartén con un centímetro y medio de aceite y al cocinarlo lo fui dando vuelta.
    4. Pasar cada palillo ya armado por la masa. Debe quedar bien cubierto para que no se le caiga el panko, por lo que pueden ayudarse con una cuchara o tenedor para verter mejor la masa. Una vez que esté bien cubierto, dar unos leves golpecitos con la otra punta del palillo para sacudir el exceso de masa. No debe quedar goteando.
    5. Pasar inmediatamente por el panko. Es mejor ir haciendo cada pincho por separado y no pasarlos todos por masa y luego todos por panko. Cubrir bien con las migas de pan, luego sacudir suavemente para retirar el exceso y colocar en una bandeja.
    6. Una vez que el aceite esté bien caliente (para verificarlo tiren una gota de la masa y si está listo saldrán burbujas inmediatamente) ir cocinando el kushi-age. La mayoría de los ingredientes demoran 2 a 3 minutos, excepto por el tomate y los huevos de codorniz, que se deben dejar solamente 1 minuto. Normalmente prefiero el punto de fritura en que aún está bien clarito el panko, pero en este caso no se puede evitar esperar a que esté bien dorado porque los ingredientes demoran en cocinarse por dentro.
    7. A medida que estén listos, retirarlos con cuidado del aceite y dejarlos escurrir sobre papel absorbente.
    8. Servir inmediatamente. Se suele acompañar con rodajas de limón, salsa tonkatsu y alguna ensalada.


     En este caso los serví con ensalada de zanahoria y daikon (nabo blanco) recién rallados, pero pueden optar por otra cosa. Como salsa serví un poco de tonkatsu (se consigue en los mercados chinos o pueden ver una receta aquí), aunque pueden preparar, por ejemplo, mezcla de mayonesa con salsa de soja. Por último, para decorar utilicé una hoja fresca de daikon, que es comestible y aparentemente tiene muchas vitaminas. De hecho me resultó bastante rica! Pueden intentar preparar una ensalada con ellas. Itadakimasu!


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    miércoles, agosto 18, 2010

    Fotos de lectores nº9

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    Hace tiempo que no recibíamos fotos de lectores! Esta vez recibí estas fotos de Homero desde Chihuahua, México, junto con una muy interesante historia sobre su visita a China. Este es su paso a paso y el plato terminado de la receta de kare-raisu, que se ve absolutamente delicioso. Me recuerda lo mucho que me gusta el curry! Debería volver a prepararlo antes de que se me acabe el invierno. Agradezco muchísimo tu colaboración, Homero, y quiero invitar a todos a hacer lo mismo.


    Prometo tener una receta para la semana que viene. No quiero volver a dar excusas de por qué no subí receta la semana pasada, pero esta vez me resultaba verdaderamente imposible: no tuve conexión a internet por una semana. Ahora está todo solucionado y este fin de semana veré de preparar algo rico. Tengo dos cosas en mente, hacer chawanmushi (un flan salado) o kushiage (unos kebabs rebozados en panko y fritos). Si tienen preferencia por alguna de las dos, me lo dicen antes del sábado. Saludos a todos!

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    miércoles, agosto 04, 2010

    Gari (pickle de jengibre)

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    Como he dicho la semana pasada, me propuse preparar mi propio pickle de jengibre, mejor conocido como gari, del que se come con el sushi. Estoy bastante contenta con el resultado, si bien no es idéntico al que se compra en el mercado, salió bastante rico y de textura estaba bien. Este tipo de tsukemono (de los cuales ya hemos estado hablando) es efectivamente un pickle, ya que lleva vinagre. Gracias a esto, se conserva mucho mejor que otro tipo de tsukemonos que tienen una vida más corta. No quiero arriesgarme a más, pero según tengo entendido el gari sobrevive fácilmente un mes en la heladera (refrigerador, nevera o como lo llamen), siempre y cuando se mantenga dentro de su debido vinagre y en un recipiente bien cerrado.

    Una última aclaración para el que no haya probado esto antes, el gari es jengibre encurtido en vinagre, cortado en forma de láminas. Se suele comer con el sushi entre bocado y bocado para limpiar el paladar. Tiene un sabor medio alimonado y fresco, y es un poco picante. El color puede variar, ya que generalmente se debe a los colorantes que le agregan. Pueden no usar colorante, no modificará el sabor final, e incluso verán que se produce una reacción química al entrar en contacto el vinagre con el jengibre, que hace que el vinagre se torne de un color rosado o medio salmón. Eso es normal, pero el jengibre no toma el color del vinagre. Si desean un gari bien rosado, tendrán que usar colorante vegetal. Por último, quería contarles que se suele presentar el gari acomodado como formando una rosa (que es lo que intenté hacer en las fotos). Eso no es obligatorio, obviamente, pero como verán queda lindo. Ahora sí, a la receta:

    Ingredientes: (para dos rosas de jengibre)
    • 1/2 jengibre fresco
    • 1/2 taza de vinagre de arroz (pueden usar cualquier vinagre blanco)
    • 2 cucharadas de azúcar
    • 1 cucharadita (de las de té) de sal
    • una gota de colorante rojo o rosado (opcional)
    Procedimiento :
    1. Pelar el jengibre utilizando una cucharita. Raspando con mucho cuidado, la piel sale sin problemas. Cortar el jengibre en láminas a lo largo, lo más finas posibles. Si cuentan con una mandolina, tal vez les resulte útil, o si tienen un muy bien pelapapas. Yo lo hice con un cuchillo bien afilado.
    2. Colocar las láminas de jengibre en un bowl y rociar la sal por encima. Frotar un poco las láminas para que todas tengan sal y dejarlas reposando durante 30 a 40 minutos. Esto hará que comiencen a largar líquidos y se ablanden un poco.
    3. Colocar en una cacerola pequeña una taza de agua y llevarla a hervor. Bajar el fuego a mínimo, colocar las láminas de jengibre y blanquearlas durante 1 minuto. Si las dejan más tiempo quedarán más suaves, manejen eso a su gusto.
    4. En otra cacerola colocar el vinagre, el azúcar y el colorante (pueden no usarlo) y llevar al fuego. Una vez que rompa hervor, revolver bien para asegurarse de que se haya disuelto el azúcar y retirar.
    5. Colocar las láminas de jengibre escurridas dentro de un frasco de vidrio limpio (preferentemente esterilizado) y verter por encima la mezcla de vinagre aún caliente. Dejar el frasco destapado hasta que se haya enfriado completamente.
    6. Colocar la tapa del frasco, cerrándolo bien. Dejar el frasco en la heladera (el refrigerador) durante una semana. Se puede comer antes si quieren, pero queda mejor pasado ese tiempo. Si utilizaron el colorante, recomiendo mover un poco el frasco cada tanto por si decanta y se acumula el colorante en el fondo.
    7. Una vez listo, se puede mantener en la heladera alrededor de un mes dentro del frasco con el vinagre. Para presentarlo, tomar las láminas del jengibre y acomodarlas formando una rosa, o simplemente hacer una montañita (la rosa queda más linda! ^_^ ).

      No me cansaré de repetir la importancia de intentar hacer estas cosas uno mismo. Siempre podemos ir a un restaurante elegante y pedir sushi y probar el gari y otras cosas que vengan con el plato, pero hacerlo uno mismo le da un toque completamente distinto. No es lo mismo un caldo casero que uno instantáneo, no es lo mismo preparar tu propio curry que usar el que viene en barra. Y no es lo mismo comprar gari que pasar una semana observándolo en la heladera hasta que esté listo para comer. Algo que probablemente aleje a mucha gente de la cocina es el tiempo que demanda, pero a mí me pasa al revés. Si tengo que esperar una semana para saber si salió bien o mal, lo disfrutaré el doble. Como digo siempre, estas recetas no son difíciles. Lo difícil es tener la paciencia hasta obtener los resultados deseados. Espero que intenten hacer esto (siempre y cuando les guste el jengibre), no les consumirá mucho tiempo en la cocina y cuando esté listo se sentirán un poquito más felices.

    Otras recetas de tsukemono:


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