Yo había escuchado hablar sobre este té varias veces, comúnmente denominado "té rojo", pero nunca lo había probado. Un día este verano compré un poco por casualidad y realmente me sorprendió, de una buena manera. Para empezar, no por nada le dicen "té rojo", efectivamente este té es rojo, yo no lo podía creer, fue impresionante (perdón que no pude ni sacar ni encontrar una buena foto, van a tener que prepararlo para poder verlo). Después llegó el momento de probarlo, y otra vez me impactó. El sabor es suave, con notas floreales, buena textura, poca astringencia y un dejo dulce. Tanto en apariencia como sabor, es único. El día que lo pobré me di cuenta que voy a seguir tomando Pu-erh por muchos, muchos años.
Si ustedes se están preguntando qué es lo que está en la foto, la respuesta es un ladrillo de Pu-erh. Ladrillo? Sí, ladrillo. El Pu-erh se suele comercializar de esta forma, a veces es redondo, a veces cuadrado, pero casi siempre es compactado. Cuando el té era transportado de Asia a Europa en viajes muy largos el té se guardaba de esta forma, por su practicidad. Hoy en día el Pu-erh se guarda de esta forma ya que es uno de los únicos tés (el único que yo conozca de hecho) que es añejado! Tal como en el mundo del vino, en este mundo se habla de años de cosecha y tiempos de añejamiento. Igual no se preocupen, cuando vayan a comprar Pu-erh no van a estar eligiendo el año de cosecha, cada casa de té tendrá algunas variedades y listo, pero ahora saben qué tan profundo puede ser este tema.
Otra característica extraña en el Pu-erh es su procesamiento. Se pueden conseguir variedades verdes sin fermentación. Pero lo usual es la variedad fermentada, que no es un té negro tampoco, es algo único, un té rojo.
Para preparar una buena taza de Pu-erh pongan el agua entre 85ºC y 90ºC, separen y rompan del ladrillo la cantidad deseada y dejen infusionar por 3 minutos.
Si ustedes se están preguntando qué es lo que está en la foto, la respuesta es un ladrillo de Pu-erh. Ladrillo? Sí, ladrillo. El Pu-erh se suele comercializar de esta forma, a veces es redondo, a veces cuadrado, pero casi siempre es compactado. Cuando el té era transportado de Asia a Europa en viajes muy largos el té se guardaba de esta forma, por su practicidad. Hoy en día el Pu-erh se guarda de esta forma ya que es uno de los únicos tés (el único que yo conozca de hecho) que es añejado! Tal como en el mundo del vino, en este mundo se habla de años de cosecha y tiempos de añejamiento. Igual no se preocupen, cuando vayan a comprar Pu-erh no van a estar eligiendo el año de cosecha, cada casa de té tendrá algunas variedades y listo, pero ahora saben qué tan profundo puede ser este tema.
Otra característica extraña en el Pu-erh es su procesamiento. Se pueden conseguir variedades verdes sin fermentación. Pero lo usual es la variedad fermentada, que no es un té negro tampoco, es algo único, un té rojo.
Para preparar una buena taza de Pu-erh pongan el agua entre 85ºC y 90ºC, separen y rompan del ladrillo la cantidad deseada y dejen infusionar por 3 minutos.