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Hace un par de semanas pasamos por el barrio chino y Pato quiso probar alguna bebida exótica. Recorrimos todas las góndolas llenas de jugos, tés y cafés y finalmente nos decidimos por una "sopa". Al abrir la lata y verter el contenido en un bowl nos sorprendimos un poco, pero de pavos nomás: era maní con sopa, nada más ni nada menos que lo que recita la lata, "PEANUTS WITH SOUP".
Así de vista se veía medio desagradable, parecían maníes flotando en agua de un color sospechoso y nada más. Ante mis quejas y mis "yo no lo pruebo ni en pedo", Pato tomó la iniciativa y hubo una segunda sorpresa. No era feo. Tenía sabor a maní. Entonces tuve que darme por vencida y probarlo yo también, y descubrí que era dulce y tenía sabor a mantecol. Claro que a mí no me gusta el mantecol así que abandoné la degustación inmediatamente, pero no era desagradable ni nada por el estilo. Superadas las sorpresas nos quedamos tranquilos, comprar bebidas en el barrio chino sigue siendo divertido y no necesariamente un deporte de alto riesgo. Anímense a probar lo que les suene más raro, tal vez descubran un nuevo sabor, tal vez encuentren uno conocido. Por ahora nos queda una duda: si se toma frío o caliente. Y una certeza: "Sí, es sopa de mantecol".
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Hace un par de semanas pasamos por el barrio chino y Pato quiso probar alguna bebida exótica. Recorrimos todas las góndolas llenas de jugos, tés y cafés y finalmente nos decidimos por una "sopa". Al abrir la lata y verter el contenido en un bowl nos sorprendimos un poco, pero de pavos nomás: era maní con sopa, nada más ni nada menos que lo que recita la lata, "PEANUTS WITH SOUP".
Así de vista se veía medio desagradable, parecían maníes flotando en agua de un color sospechoso y nada más. Ante mis quejas y mis "yo no lo pruebo ni en pedo", Pato tomó la iniciativa y hubo una segunda sorpresa. No era feo. Tenía sabor a maní. Entonces tuve que darme por vencida y probarlo yo también, y descubrí que era dulce y tenía sabor a mantecol. Claro que a mí no me gusta el mantecol así que abandoné la degustación inmediatamente, pero no era desagradable ni nada por el estilo. Superadas las sorpresas nos quedamos tranquilos, comprar bebidas en el barrio chino sigue siendo divertido y no necesariamente un deporte de alto riesgo. Anímense a probar lo que les suene más raro, tal vez descubran un nuevo sabor, tal vez encuentren uno conocido. Por ahora nos queda una duda: si se toma frío o caliente. Y una certeza: "Sí, es sopa de mantecol".
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