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Probablemente a esta altura todo usuario de internet del mundo esté enterado de lo que sucedió ayer (o anteayer para los japoneses). Ayer por la mañana me levanté demasiado temprano y mientras hacía tiempo para irme al laboratorio decidí leer las noticias, algo que no hago habitualmente. No fue menor mi sorpresa al leer que Japón había sufrido un terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter. Si bien probablemente sea el país mejor preparado para los terremotos, este había sido grande. Para el momento en que leí la noticia, eso era todo lo que había sucedido y en el diario on-line se leía "20 muertos y 30 heridos". Me fui de casa preocupada pero tampoco para tanto, pensé que eso era todo.
A media mañana pude volver a entrar a la página del diario y de a poco me fui enterando de lo peor, de lo que todos ya saben. Luego de unas más de 100 réplicas del terromoto mayores a 5 grados, alrededor de 1000 muertos y más personas desaparecidas, 4 millones de hogares destruidos más probablemente colegios, hospitales, aeropuertos y toda la red de comunicaciones destrozada.. no podemos hacer menos que sentirnos horrorizados. Quisiera tener algo importante, útil, significativo para decir en este momento (ya que este blog siente particular afinidad por el país asiático), pero no encuentro palabras que ayuden.
Yo tengo varios conocidos nikkei, cuyas familias se encuentran en Japón en este momento, y probablemente muchos de ustedes también. A veces Japón suena tan lejano que nos sentimos como en planetas distintos y nos desligamos de sus situaciones, y aunque suene increíble he escuchado entre ayer y hoy comentarios de gente en mi facultad a quienes les pareció "gracioso" lo sucedido, ya que parecía "una película". Incluso algún idiota que se dio el gusto de protestar "acá sólo tenemos el granizo, no tiene gracia". Ya que no me animo a responderles en persona quiero hacerlo acá, aunque nunca lo lean.
Lo que sucedió no tiene nada de gracioso, como tampoco nuestro pobre granizo. La ignorancia, la xenofobia o la idiotez mental que lleve a estas personas a decir semejantes (perdón por la palabra) pelotudeces me irrita sobremanera. En la Argentina, aunque probablemente suceda también en otros países, se aprovecha estas situaciones como éxitos mediáticos, en los que todos los canales de noticias, al cual más amarillista, pasan horas y horas de imágenes del evento con títulos como "Pánico y alerta en Japón". La gente se lo toma así, como si fuese una película o un partido de golf. Quisiera ver si les parecería gracioso si sus casas, trabajos, colegios fuesen completamente destruidos, todo arrastrado por el agua, si hubiesen perdido a un hermano, un hijo, un amigo, aunque sea al perro. Si toda la ciudad y la vida que vivieron durante tantos años desapareciera en un soplido y sólo quedara ahí una montaña de escombros. Definitivamente no es gracioso, y si así le parece entonces espero que con el próximo granizo se le rompa el auto, el techo de la casa, los árboles, las ventanas y le pegue en la cabeza a alguien querido, así se matan de la risa.
Quisiera creer como mínimo que quedan argentinos sensibles, aunque sea por el recuerdo del último terremoto y tsunami que afectó a nuestro querido país vecino, Chile. Deberíamos estar sensibles, y si no lo estamos entonces tenemos un problema. Pocas cosas me recuerdan tanto que vivimos todos en un mismo planeta, y que lo que ocurra en una punta puede afectar a la otra en cuestión de horas. Los problemas de un país deberían ser problemas de todos. Eso es todo lo que quería decir.. tal vez a nadie le importe, pero necesitaba desahogarme un poco. Espero que de alguna forma, con el tiempo (porque créanme que lleva TIEMPO recuperarse de algo así) Japón pueda devolverle a sus habitantes la tranquilidad en la que vivían hasta hace tan sólo dos días. Así como se lo deseo a Chile, a Haití y a todos los países que últimamente se ven afectados por los quehaceres de la corteza terrestre. Nos guste o no, el planeta es uno solo.
Julie
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